Hemos acudido, como otros años, al festival de villancicos de las parroquias del arciprestazgo de Ubierna-Urbel. Se organizó en Sedano y temíamos por el posible mal tiempo: había que pasar por el páramo de Masa, y ¿si nevaba o había niebla?. Y un temor mayor: al ridículo, a entonar mal, a equivocarnos, ...  Sabemos de nuestras limitaciones: somos pocos, sin guitarras ni acordeones, ni pianos. Pero todo se superó.